¿Tus deudas son buenas o malas?

Deudas buenas

  • Hacen crecer tu patrimonio o te dan seguridad ante eventualidades.
  • Te genera ganancias a futuro.
  • Se destina en bienes duraderos.
  • Su pago no rebasa el 30% de tus ingresos mensuales.

Ejemplos:

  • Deuda para invertir o potenciar un negocio.
  • La compra de un auto (de segunda mano en buen estado), el cual puedes poner a trabajar para ti.
  • La hipoteca de una casa.
  • El pago de un curso o maestría, que aumente tus posibilidades de conseguir un mejor empleo, con mayor ingreso.
  • El pago de un seguro de gastos médicos mayores que te proteja a ti y a tu familia.

Deudas malas:

  • No generan ganancias, adquiriendo bienes que no necesitamos, que tienen corta duración o se deprecian rápidamente.
  • Las deudas rebasan tu capacidad de pago.
  • Adquieres un nuevo préstamo para pagar las deudas que tienes.
  • Destinas más del 30% de tus ingresos mensuales en pagos.

Ejemplos:

  • Utilizar la tarjeta de crédito como extensión del sueldo.
  • Llevar un estilo de vida que no corresponde con tus ingresos, comprando la última versión de un celular o un automóvil nuevo y caro para ganar estatus.
  • Pagar servicios (luz, gas, etc.) o comprar ropa, calzado o despensa con la tarjeta de crédito y a plazos.

Errores comunes para volver una deuda en mala

  • Consumir a crédito por encima de tu capacidad de pago.
  • Pagar el mínimo de tus tarjetas de crédito.
  • Comprar bienes perecederos a crédito
  • Adquirir servicios y/o productos con altas tasas de interés.
  • No pagar a tiempo los créditos ocasionando que los intereses crezcan.
  • No tener un ahorro para cubrir eventos inesperados, como: un despido o una enfermedad.
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